sábado, 16 de agosto de 2014

Punto de partida

Sentada en su cocina,  me reía de sus historias y escuchaba su pasado, brindábamos con los chilcanos que él preparó mientras sonaba aquella música de fondo.
Me anime a contarle mi historia,  mis errores mis caídas, mi sueño de hacer un voluntariado (algo que el también quería hacer).. creía haber encontrado un par.. y cuando  fue a su cuarto y regresó con un poemario de Bennedeti.. me sentí en casa. 

mientras yo lo miraba recitar, él sonreía, un poema, luego dos... un tercer poema, de pronto, llegó el punto final. Aquella burbuja se reventó. 

Si me hubiera tomado de la mano para bailar en su sala,  si me hubiera dejado recitar un poema, en vez de su verdadera actitud posterior,  no estaría aquí despidiéndome de una persona que me sorprendió,  de bien y de mal. Intentar algo que la otra persona no quiere, no es agradable, no es fácil escapar y no dejar que el miedo te consuma cuando te das cuenta que estás sola con alguien que no está actuando bien. 

Al final te diste cuenta, mientras yo calmada logre que pidieras el taxi para mi casa, poco a poco fui alejándome de aquel peligro que por confiada encontré,  tengo parte de culpa, pero mis energías fueron bien utilizadas y me siento bien por eso.

Sí, caí otra vez, pues me vuelvo a levantar, a limpiarme el polvo de mis rodillas y caminar para adelante, sola. 


Agosto, mes de despedidas.  
Agosto, mes de aprendizaje interior.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario